Posts on Jan 1970

Cinderella MAB

Cinderella MAB2

El Dr. Peter K. Lewin describió por primera vez en 1976 el Síndrome de Cenicienta en niños que se sentían poco queridos por sus padres o que carecían de su afecto y atención. Muchas veces estos niños tenían fuertes personalidades o eran muy capaces en las labores que realizaban, tan solo necesitaban un poco de cariño o sentirse protegidos para explotar su verdadero potencial.

El MAB o Mercado Alternativo Bursátil es, para muchos, un gran desconocido. Es el hermano pequeño de los tres mercados cotizados españoles. A la sombra del IBEX-35 y del Mercado Continuo es más conocido por el escándalo Gowex que por lo que realmente representa.

El MAB es una fuente de financiación vía capitalización para las pequeñas y medianas empresas que en él quieran cotizar. Sí, para pequeñas y medianas empresas. Para más del 90% del tejido empresarial español. Para todas las compañías que quieran financiar sus proyectos de innovación, investigación e internacionalización y que no consiguen financiación tradicional porque sus ideas son demasiado novedosas como para que los bancos arriesguen sus sobresalientes en los test de estrés.

Pero no termina de arrancar. Es un mercado con escasa liquidez y elevadísima volatilidad. A diario apenas hay transacciones y con pequeñas operaciones se consiguen alterar sensiblemente los precios de las acciones. En esta situación, la inversión está más basada en la especulación que en el análisis de sus empresas cotizadas. Y para colmo, nuestros gobernantes y los organismos reguladores están más preocupados por legislar para que no se repita el caso Gowex que por proporcionar las facilidades que realmente se necesitan para dar a conocer este mercado. No es el camino.

Si hacer trampas tiene recompensa, por más complejo que diseñemos el laberinto, el tramposo siempre encontrará la salida. La realidad es que, casi un año después, los delincuentes reconocidos están en la calle con sus millones en Suiza mientras otros están encerrados en el laberinto. ¿No será mejor ejemplarizar y castigar a los tramposos en lugar de ponerles barreras que dificultan el camino a todos? En la Edad Media no había alarmas, ni cierres de seguridad, ni puertas blindadas. Sin embargo, no se robaba. Porque al que lo hacía le cortaban las manos.

Recientemente he asistido al foro MAB celebrado en Valencia y he escuchado de sus ponentes múltiples fórmulas cargadas de sentido común con las que el gobierno y las instituciones pueden ayudar a dar el espaldarazo definitivo a este mercado. Se propusieron nuevos vehículos de inversión como fondos especializados que permitiesen a los potenciales inversores conocer el MAB y sus empresas cotizadas. También se propuso la aprobación de incentivos y beneficios fiscales para los que inviertan en este mercado, al estilo de lo que se hizo en el AIM inglés, que cerró 2014 con más de 1.000 empresas cotizadas y una capitalización cercana a los 100.000 millones de euros. Para las arcas públicas sería una inversión, ya que lo recuperarían con creces vía impuestos de sociedades, seguros sociales, IRPF, etc,  como ya sucedió en Inglaterra.

¿No merece la pena que desde las instituciones se apoye un proyecto que permite financiarse de forma privada a pequeñas y medianas empresas, motores y principales generadoras de empleo de nuestra economía? ¿No sería interesante que el Estado invirtiese sus esfuerzos en dar a conocer una fuente inagotable de investigación, innovación e internacionalización para nuestras empresas? Señores gobernantes, tomen nota. El MAB posee un enorme potencial. Quizás sólo sea necesario diseñarle el vestido y calzarle los zapatos de cristal.

 

Leer Más

Defraudolandia

FAJO

No pasa un solo día en el que no aparezca un nuevo caso de fraudes descubiertos y corrupciones investigadas…….es tan así que ya no nos escandalizamos con tanta facilidad. Para que levantemos la cara del plato y atendamos a la noticia del telediario de turno, la cifra debe superar los 100 millones o que el investigado tenga repercusión mediática y/o política, donde entra también la dosis de morbo y prensa rosa que le queramos dar en cada caso dependiendo del color político del “sujeto pasivo”.

Estos hechos se suelen aliñar con frases del tipo…..”a donde vamos a llegar”, “como pueden ser tan ladrones” o “si es que no te puedes fiar de nadie”. Nos escandalizamos de que uno tenga 20 millones en Suiza de “vender cuadros”,  de que el otro declare una herencia 25 años después de recibirla o de que algún adalid de la limpieza y transparencia fiscal aparezca investigado por no haber tributado correctamente sus ingresos………

Donde comienza nuestra hipocresía y hasta donde llega nuestro verdadero escándalo? Somos todos tan diferentes a esos “delincuentes apestados” o la única diferencia es la cantidad de ceros que tienen las cifras que manejamos unos y otros?

Por motivos de trabajo tengo bastante relación con algunas empresas del norte de Europa y me precio de tener buenos amigos en esos lares. Este motivo me permite comparar la cultura de ambas latitudes y a mi entender todo tiene que ver precisamente con esto……”la cultura de país”.

No digo ni mucho menos que todos seamos iguales y por fortuna esta situación se está revertiendo, pero poniendo un ejemplo, en España en una reunión de amigos, una persona puede hablar con libertad y casi con orgullo de haber pagado menos impuestos por no haber declarado tal cosa o de haberse ahorrado “una pasta” al haber reparado el coche o haber pagado la reforma de su casa sin factura………y además es fácil hacerlo ya que es norma habitual escuchar en casi todos los gremios la típica pregunta ¿Con o sin factura?. Es más, hay muchos ciudadanos que se rasgan las vestiduras al escuchar dichos escándalos y que juran y perjuran que ellos pagan sus impuestos “religiosamente” y de manera inconsciente aceptan la “rebaja del IVA” de manos del fontanero de turno o del pintor, contribuyendo al maremágnum defraudatorio en el que vivimos. Al grito de “no voy a ser yo el más tonto” le damos una vuelta más al guiso.

La diferencia de cultura con los países nórdicos es evidente, ya que un comentario de ese estilo entre amigos o familiares, te puede costar la relación…………..está muy pero que muy mal visto. Es evidente que allí también se defrauda (en todos los sitios cuecen habas), pero desde luego no es fácil ni popular. Si lo hace alguien es en secreto y conscientemente………

Por todo ello, les invito a la reflexión, y por favor, no se sientan aludidos ya que hablo en términos generales……….son ellos, los grandes defraudadores que copan las portadas últimamente, tan diferentes al españolito avispado medio? Que habría hecho ese “españolito medio” en el lugar de dichos “ex altos cargos” manejando los mismos millones?

Que conste que el objetivo de esta reflexión no es exculpar a nadie sino que añadamos más gente en la lista de delincuentes………..tenemos los políticos que nos merecemos?.

Desde mi punto de vista, el mayor problema está en la cultura frente al fisco que tenemos instaurada y que tardaremos en cambiar. Se necesitarán años o generaciones, pero estoy seguro de que entre todos lo lograremos……..muchas veces menos es más.

Leer Más

Todo esto está muy bien

Parlamento

Aunque parezca una obviedad, para poder emprender cualquier cambio debes saber dónde estás y sobretodo hacia dónde te diriges. Nosotros en España no lo tenemos claro y es que, entre unos y otros tampoco nos lo ponen fácil.

Es verdad: ya tenemos nuevos rostros políticos, nuevos partidos incipientes que ofrecen supuestas nuevas formas de hacer política, son los que podemos denominar los nuevos ideólogos de la política y todo eso está muy bien… pero todos introducen la palabra cambio, cambio, cambio y nosotros a brochazos, vamos viendo en que consiste todo esto que llaman cambio.

¿Vamos a cuestionarnos a estas alturas el AVE? Ahora que tenemos miles de kilómetros de vía construida por sacar partido. Que allá donde llega nuestro AVE, llegan más turistas, se abren hoteles, se crean nuevas empresas, se emprenden nuevos negocios… y además nos permite ir a vender nuestra ingeniería a otras latitudes, lo cual todo ayuda en la foto del país… No entiendo esta polémica y menos aún donde esta el cambio.

Entonces, ¿vamos a cambiar el modelo democrático, para que alguien vaya repartiendo dosis de supuesta justicia social, amparados en que son los que nos gobiernan los culpables de este desastre por su falta de honestidad, etc…?

De acuerdo. Quitemos a los corruptos (que nadie quiere) y sigamos pensando entre todos como crecer y crear más empleo, como mantener nuestro actual sistema de pensiones, nuestra seguridad social, la educación gratuita y otros beneficios sociales que tenemos por ser españoles. De esto tampoco se oye nada nuevo.

Retomando el asunto, debemos ser más sinceros en nuestros análisis y preguntarnos realmente donde estamos hoy y que capacidad de actuación va a tener el que llegue a presidente.

Y estamos donde quisimos libremente estar hace ya 29 años. Estamos en Europa. Somos Europa y cada día en materia económica, manda más Europa, el BCE, sus comisarios y en concreto, quienes más peso tienen, quienes más aportan a esa libre unión.

Europa no nos va a discutir cuanto dinero tiene el gobierno español que dar a Cataluña o Andalucía, no le va decir que cantidad destinar a I+D o a la formación de desempleados. Lo que nos ha dicho ya, y nosotros lo hemos ratificado modificando incluso la constitución, es cuanto dinero tenemos de margen para gastarnos, cuanto nos cuesta ese dinero que nos prestan y es responsabilidad nuestra cumplir con estos límites.

Algunos entienden esto como una pérdida de soberanía. Sin embargo esto no es cierto. A día de hoy hemos logrado una moneda única y un pasaporte que nos equipara a cualquier ciudadano de Europa. Nuestra pertenencia a la UE, nos ha incluido en una lista de países de primer orden y como país nos ha permitido obtener un progreso que a solas nunca hubiésemos obtenido en tan poco tiempo.

Culpar a Europa de nuestro ritmo de gasto no es ningún cambio. Pregunten a los griegos.

Me atrevo por tanto a sugerir a nuestros actores políticos que se posicionen libremente, pero que sobretodo se posicionen, que nos digan primero que quieren cambiar y con que finalidad.

Que lo ideal, además de acudir a dar un par de horas de clase de economía a la facultad, es que cada propuesta de gasto, expropiación o idea innovadora tal como la renta universal, lleven asociadas alguna cifra económica que permita saber aproximadamente si lo que se dice es viable o no. No estamos solos.

El resto es jugar con las emociones de la gente y ese es un camino peligroso.

Leer Más

Pascua económica

GRUA OBRA (2)

Durante la Semana Santa los datos de ocupación hotelera han superado las previsiones más optimistas y no se ha visto la arena en nuestras playas, inundadas de sombrillas bajo un sol radiante. Si bien es cierto que el buen tiempo ha contribuido, también lo es que la recuperación económica es un hecho. Los datos del paro de marzo son los mejores de la serie histórica y las grúas vuelven a levantarse sobre el horizonte de nuestras ciudades. Tras muchos años de pasión y calvario, hemos resucitado.

El sol y los ladrillos comienzan de nuevo a tirar de la economía española. Nada ha cambiado. Nuestro producto interior bruto tiene una fuerte dependencia de la construcción y del turismo. Cualquier otra cosa  que nos cuenten es un canto de sirena. Después de sufrir la mayor crisis económica que recuerdan generaciones, comenzamos la recuperación con el mismo modelo que nos llevo al desastre. Nosotros erre que erre.

Más de uno se preguntará si es necesario un cambio de modelo para no volver a las andadas. Mi respuesta es que no.  Al igual que un zapatero se debe especializar en hacer zapatos, un país debe especializarse en lo que mejor sepa hacer.

Nadie pone en duda la capacidad de nuestro país para recibir turistas atraídos por nuestro clima, nuestras playas, nuestras ciudades, nuestros hoteles, nuestros restaurantes y nuestras infraestructuras de transportes. No pretendo entrar en un debate sobre las inversiones que se hicieron en alta velocidad durante “aquellos maravillosos años”. Tan cierto es que ninguna línea rentabilizará la inversión como que la mayoría de ellas son operativamente rentables descontando la misma. Y la inversión ya está hecha, no hay vuelta atrás. Es, como dirían los economistas, un coste hundido. Aprovechémoslas sin rasgarnos las vestiduras.

Tampoco hay quien dude de la competitividad de nuestras empresas constructoras, que operan en 85 países y gestionan cerca del 40% de las concesiones de transporte de todo el mundo, contribuyendo  a mejorar nuestra balanza de pagos.

Las medidas económicas deberían ir enfocadas a potenciar nuestras virtudes, a subvencionar la inversión en este tipo de empresas, a aprobar exenciones fiscales para que se instalen en nuestro país compañías relacionadas con el turismo y la construcción y, por supuesto, a no volver a permitir que se nos escape un proyecto como el de Eurovegas por culpa de unos políticos poco valientes.

EEUU viene tomando medidas así desde hace mucho tiempo con excelentes resultados. No hay más que analizar las empresas tecnológicas de Silicon Valley o el turismo de Florida. Quizás Europa debería tomar nota y oficializar la especialización de sus estados miembros.

Entonces, ¿no hemos aprendido nada de la crisis? Desde mi punto de vista, lo hemos aprendido todo. El problema de la crisis no fue el “qué”, sino el “cómo”. Fue porque crecimos de forma inflacionista basándonos en una burbuja creada por una demanda ficticia alimentada de crédito fácil. Si no olvidamos esto, no volveremos a caer. Debemos poner cortafuegos a los motivos de la crisis. Con el viento en contra se están tomando medidas para evitar que volvamos a tropezar con la misma piedra. Los bancos ya no financian el suelo a los promotores y financian sólo la construcción. Además, lo hacen siempre y cuando hayan vendido un porcentaje mínimo del proyecto. Tampoco conceden hipotecas a compradores por más del 80% del valor de la vivienda, ni si la cuota supone más del 40% de los ingresos.  Con las reformas del sistema financiero y los test de estrés se han incrementado las exigencias en el cumplimiento de los ratios de liquidez, solvencia y tasa de reservas a las entidades financieras. Sólo espero que continuemos con los cortafuegos cuando tengamos el viento a favor para no volver  a caer en el “cómo”. En cuanto al “qué”, es mejor “zapatero a tus zapatos” que “de mayor quiero ser astronauta”. O al menos, más práctico y realista.

Leer Más